sábado, 23 de mayo de 2015

Jelsa, una historia de amor verdadero... Parte 38

Jelsa, una historia de amor verdadero.

Este capítulo termina en donde lo dice, y el resto de la competencia lo desarrollaré en otro capítulo, ¿de acuerdo? De acuerdo. Disfruten del final para los que no lo leyeron ;) Y para los que no leyeron el capítulo en sí espero que les guste también. Agradezco enormemente sus ideas!

Capítulo 38. "Competencia"


La mañana siguiente la pandilla durmió hasta más tarde porque Jack no estaba para despertarlos. Mérida, medio dormida, estaba agradecida por las horas extras de sueño por la gracias a su ausencia. Hasta que el Guardián llegó haciendo ruido con su bastón.

-¡Arriba, gente! Hoy tenemos trabajo que hacer.

Parecían zombis volviendo a la vida, incluyendo a la majestuosa Reina. Mérida seguía tumbada mientras los otros gruñían y gateaban por el suelo hasta pararse si es que podían. La vida era bella hasta ese momento…

-Esto es inhumano. – comentaba Hiccup seguido de James.

-Apaguen el sol. – decía, tratando de cubrir sus ojos de la luz. ¿Serían las 11 de la mañana?

-Unas horas más. – suplicaba la pelirroja.

Por fin alguien se había percatado de que Jack había regresado de su extraña desaparición.

-¿Jack? ¿Dónde has estado? – preguntaba Rapunzel al desperezarse.

Jack no quiso dar muchos detalles.

-Pensando. Vamos, levántense, no tengo toda la mañana. – se lo veía muy animado bajo esas ojeras. No había dormido en toda la noche, notó Elsa. ¿Y desde cuando él se levantaba tan temprano? Aunque parecía haberlo conocido desde toda la vida, conocer cada uno de sus recónditos lugares, Jack siempre terminaba sorprendiéndola.

-¿Y qué es eso que haremos hoy? – preguntó Elsa.

-Quería disculparme por mi comportamiento de ayer y…

-¿Qué comportamiento? – volvió a preguntar, confundida.

El resto abrió la boca para responder pero al inmediato la cerraron. Mejor que no supiese. Elsa estaba demasiado risueña para seguir indagando.

-No importa. – Continuó sonriente - El hecho es que he meditado que no nos hemos estado enfocando en nuestro principal objetivo; ayudar a Elsa a deshacerse de su inmortalidad.

Elsa se sobresaltó y lo miró fijamente con ojos sorprendidos. No lo podía creer. Finalmente Jack se había olvidado de toda esa historia de “serás feliz viviendo por siempre”, “deberías enorgullecerte”, “viviremos felices por el resto nuestras vidas”, “no es una maldición”. Finalmente estaba de su lado, estaba dispuesto a satisfacer sus deseos. Sí, lo había dicho antes, pero tampoco ella le creía por completo. Era difícil creer en sus palabras. Se le escapó una sonrisa. Jack le guiñó un ojo y prosiguió.

-Sino que hemos estado divirtiéndonos; carreras de caballos, chapuzones, fogatas. Así que hoy les preparé a modo de disculpa una sorpresa que además nos ayudará a una mejor convivencia.

-Creo que a alguien se le desenfilaron los patitos. – comentó James en voz baja para que solo Rapunzel y Elsa oyeran. Ambas rieron ante el comentario. Las caras anonadadas no tardaron en aparecer.

-¿Es broma verdad? – preguntó Hiccup.

Jack voló a su lado.

-Vamos, Hicc. Será divertido. Es una competencia, entre… huh, digamos dos equipos.-

-Espera, ¿y lo de Elsa?- Mérida estaba confundida. ¿No acababa de decir que habían estado perdiendo el tiempo, pero era justo lo que acababa de proponer?

-Bueno, querida Mer. – Jack se dirigió a ella esta vez y rodeó un brazo sobre su hombro. -Viendo que aún faltan 4 días para la Luna llena, digo que tenemos tiempo para poder divertirnos un poco pero esta vez diferente, ¿verdad?

-Definitivamente sus patitos emigraron al sur… - susurró James nuevamente.

-A ver si comprendo… ¿Planeaste una sorpresa para parrandear? – Rapunzel fruncía el ceño.  Nadie entendía esa maniática idea que simplemente surgió del Guardián. Este solo quería que le siguieran la corriente.

-Ajá.

-¿Y qué hay con lo de Elsa? – dijo Mérida.

-Gente, no es tan difícil de comprender. Como ya dije, nos enfocaremos en ello después. Hay tiempo todavía.

A diferencia del principio, parecía que ahora había cautivado las atenciones del resto.

-Lo he planeado prácticamente toda la noche, será una súper competencia jamás antes vista. El que se aburre es porque quiere.  – concluyó Jack con una sonrisa.

-…

-¿Qué se supone que ganemos con esto?-  Elsa meneó las caderas.

-Me alegro que preguntes, querida. El premio es el gusto de haber triunfado.

-BAH. – todos aletearon con sus manos en su dirección, dispuestos a dejar el tema y alejarse. Ese no era un premio digno.

-… Pero el que pierda – Todos volvieron su atención -, lavará la ropa de todos.

Tampoco era un gran castigo, pensaron todos. Seguían replanteándose si Jack había perdido la cabeza bajo alguna roca.

-De acuerdo, si no quieren ustedes se lo pierden. Además, lo más entretenido son las pruebas…

Los ojos cayeron en él en una fracción. Jack hizo una mueca, los tenía. Se elevó del suelo y gritó ante de desaparecer entre las malezas:

-Entonces síganme.

Y desapareció a una velocidad increíble. Tuvieron que dar su máximo esfuerzo en correr para alcanzarlo, excepto Hiccup, el lisiado sin un pie quien corría sobre su fiel dragón. Sudando y sin aliento, todos sintieron envidia. Corrieron durante un largo tramo, a veces perdiendo a Jack de vista en los cielos. Elsa iba perdiendo sus zapatos y partes de su prenda por el camino. A Mérida y Rapunzel se les enganchaba sus bizarras cabelleras en ramas. James tuvo suerte de llegar con sus pantalones puestos.

Finalmente, Jack, libre de todo cansancio, se estancó sobre un punto no muy distinto al resto del bosque, de espaldas a los recién llegados. Solo había árboles, mucha tierra y barro, piedras allí y allá, no era la gran cosa.

-¿Qué se… supone… que haremos? – Rapunzel estaba verde de la fatiga. Mérida se tumbó en el suelo exageradamente, y aullaba como un animal moribundo “déjenme morir aquí” por lo que Hiccup rodó la mirada. A James se le saltaban los ojos esmeralda, y Elsa… Bueno a Elsa nunca antes la habían visto tan desaliñada. Hizo lo posible para volver a lucir decente.

Jack se dio vuelta y casi se espanta al ver a su grupo.

-Whoa, y esto que ni siquiera comenzó la primera prueba…

-¿Prueba?  - Hiccup se extrañó, y Jack estaba feliz por lo que sus oídos oían. Habló más entusiasmado que nunca, y claramente más que sus compañeros.

-Será interesante, pero complicado, tal vez no salgan vivos de ellas…

Debimos habernos quedado en el campamento… Elsa se lamentó en su mente.

-El fin de las pruebas no solo será ganar y demostrar cuál de los equipos es el mejor. Sino para una mejor convivencia entre nosotros. Quiero disculparme de nuevo por mi comportamiento ayer. – no tuvo que mirar al aludido para saber que James comprendía – Pero con esto demostraremos que podemos ser más que gente perdida en un bosque cuyos caminos se encontraron gracias al destino. Antes de que arme los equipos, ¿alguna pregunta?

-¿Haz estado toda la noche haciendo esto?- a Mérida no le podía caber en la cabeza. Estaba demente.

Jack no dio rodeos al tema y fue directo al grano.

-Sí. Ahora;  Puzie, Mer y Hicc serán el equipo rojo. Y Els, James y yo el azul. Son en total cinco pruebas para demostrar cual es el mejor en cuanto a habilidad, destreza y trabajo en equipo. La primera es cacería.

A nadie le gustó el tono en el que lo dijo.

-Bah, eso será sencillo, lo hacemos todos los días. – Mérida se zarandeó con su arco en mano. Hasta que notó que no lo había traído.

-No cazaremos animales, Mer, sino entre nosotros mismos. El equipo que logre atrapar al menos dos contrincantes ganará el primer punto. ¿Alguna objeción?

Estaban atónitos y con las bocas demasiado resecas para contestar.

-Habrá que ser creativo y ágil; para crear trampas, armas y estrategias, además del ataque. La “prisión” serán esas cuevas que ven allí – señaló las dos masas rocosas enfrentadas a casi cuarenta metros de distancia -, y  a la vez sus respectivas “centrales”. En ellas llevarán a sus “presas” o “secuestrados”. Se deberán utilizar las armas que haya aquí, que se puedan construir para la caza. No regresarán al campamento por ellas. Tampoco se permiten artefactos que puedan herir de gravedad. El juego comienza desde las centrales y termina cuando haya como mínimo dos rivales encerrados Los que son pillados y están en la cárcel no pueden escaparse, hasta que uno de sus compañeros lo libere o el juego acabe. Eso es todo. Oh, lo olvidaba, Chimuelo, tú no juegas.

El dragón se sobresaltó.

-¡QUÉ! Pero nuestro equipo es débil a comparación del suyo, no tenemos magia de nuestra parte. ¡Chimuelo es nuestra mejor oportunidad! – se quejaba Hiccup. Rapunzel lo miró con desagrado.

-¡Hey! Yo tengo magia.

-Sí, pero al menos que piensen curarse entre sí… – acotó Jack con diversión. La había pensado bien.

-¡No es lo único que ha-!

-Lo siento Hicc, pero con Chimuelo son cuatro, sería injusto para nuestro equipo.

-¡Oh, vamos! Jamás ganaremos así.

-No iban a ganarnos de todas formas. – dijo el Guardián en un encogimiento de hombros.

-¿Oh, sí? Ya veremos. – Hiccup le retó. Lo único que deseaba en ese entonces era demostrarle que eran mejores, con o sin poderes. El equipo rojo ganaría y disfrutarían enrostrárselo a los del azul. El espíritu competitivo había nacido en ellos por arte de magia, magia que no necesitarían…

-¿Y las reglas? – le frenó James.

-Aparte de no morir, no existen las reglas.

Luego, se olvidaron de cómo había comenzado ese infierno.

Estaban los respectivos miembros del equipo azul en su pequeña cueva que era un hueco en un enorme montón de pruebas, agazapados entre la vegetación, la adrenalina se les inyectaba en las venas; una mezcla de terror, emoción, locura y sed de victoria.

-Bien, ¿cuál es el plan? – se apresuró el granjero.

-Tenemos tiempo hasta que los otros se organicen para armar nuestra coartada. – Jack explicaba apresuradamente- Tenemos la ventaja del terreno  lleno de pozos aunque poco profundos para armar trampas. Recubriremos en un principio nuestro radio. Luego, saldremos a la caza. Además contamos con un factor de nuestro lado: construcción de armas.

-Yo solo aprendí a hacer una caña de pescar con ramitas. También puede servir como varita mágica o…

-No vamos a pescar, James. – dijo Jack duramente. – Elsa y yo podemos crearlas.

-¿QUÉ? Jack, te has vuelto demente. – la voz de la joven se estrangulaba en su garganta. – Yo no tengo idea de cómo hacerlo, y menos de usar un arma.

-Rayos, debimos haber traído las del campamento.

-Nadie lo ha hecho, por eso me aseguré de alejarlos de allí pronto. Pero con nuestros poderes podemos hacer arcos de hielo, por ejemplo. O hachas, espadas, lo que sea.

-¿Estás seguro de que funcionará?

-Els, he creado el juego, ¿piensas que no sé cómo ganarlo?

-¿Y qué pasa si nos atrapan? – preguntó a Jack.

-Intentamos huir. Nos moveremos separados, pero a poca distancia, así si alguno de nosotros es acorralado lo podremos socorrer rápidamente. Una vez terminadas las trampas, nos moveremos como serpientes directo a la central enemiga. No se lo esperarán si los atacamos abiertamente. Pero una vez que capturemos una presa, alguien debe quedarse a custodiar que no vengan a rescatarlo. Somos pocos, pero el lugar no es muy grande. James, confió en que ese seas tú, Elsa y yo seremos los que cacen.

-¿Qué? ¿Pero qué se supone que haga si viene una Mérida a tacarme? – Él no sabría cómo defenderse, o incluso cómo defender su prisión. Estaba perdido.

-No seas gallina y pelea como hombre. Lanza palos, pelea cuerpo a cuerpo, no lo sé. No podemos protegerte todo el tiempo, deberás aprenderlo a hacerlo solo ¿Qué eres hombre o gallina?

-¿Me repites la pregunta? – James se sonrojó ante la idiotez en la que lo dijo. No diría gallina aunque se sintiera así en ese momento.

-Bien, gallina. – Jack no lo dijo con desprecio, sino similar a la burla o como si fuese su nombre. Tampoco le dio tiempo a James de quejarse. – Haremos algunas trampas solo para que sea más fácil atraparlos después. ¿James, sabes hacerlo?

Él asintió en su hechizada incomprensión.

Al cabo de un tiempo contaron con seis de las no mejores trampas del mundo, pero eran algo. Con suma rapidez y asegurándose de que no hubieran moros en la cosa, las asentaron a escondidas. Si alguien daba un paso en falso, su pie estaría sujeto a una gruesa enredadera y raíces, o terminaría en el suelo, al menos para ralentizar a los rivales.

No había señales del equipo rojo a lo lejos. Seguían ocultos planeando maniobras seguramente. Jack y Elsa improvisaron una espada de hielo que remplazó su bastón para el muchacho y para ella un arco con cuerda de una diminuta enredadera y algunas flechas. Elsa tenía el mínimo conocimiento de su uso, pero lo único que podría hacer sería imitar lo que Mérida. No podría ser tan difícil.

Se equivocaba. El equipo azul aprovechó su tiempo de sobra para salir al ataque. Se llevaron un susto cuando una bola de tierra pesada estalló a su lado como una bala de cañón. ¿Ya estaban en campo de batalla? Creyeron que los encontrarían en sus bases aún. Habría que improvisar sobre la marcha.

Más bombas cayeron sobre ellos, pero no sabían de dónde venían. Utilizaron los troncos como protección, hasta que con una mirada cargada de energía, Jack y Elsa se corrieron de su zona de confort, armas en mano. Elsa lanzó la primera flecha a un trozo de cabello rubio que sobresalía de detrás de otro árbol enfrente suyo. Oyó un chillido cuando la flecha golpeó la corteza, pero no podía verla. Otra bola de tierra sobre su tronco, y una más directo a Jack que la frenó con la congelada hoja de la espada.

La segunda flecha ni siquiera pudo ser disparada, las flechas se desviaban sobre el arco por el tembloroso agarre. Elsa volvía a internarlo, frustrada por su torpeza, mientras que tenía a la mismísima Punzie detrás suyo con una mirada lunática. Nunca la había visto así. La competencia los convertía en animales salvajes, bestias, hambrientos de gloria. 

Pero antes de que alguna de las dos chicas pudiese mover un dedo, Punzie resbaló sobre el suelo que se había vuelto una pista de patinaje en un santiamén. Jack se posó sobre ella con la punta de su espada apuntándole, y una sonrisa aún más filosa pintada en sus labios.

-Te tenemos.

Elsa respiró casi aliviada. – Será mejor que la llevemos lo antes posible, los demás no pueden estar muy lejos.

Enroscaron a su presa en su dorado cabello y Jack la cargó en brazos porque sabía a ciencia cierta que Punzie los retrasaría en llevarla a su “prisión” o intentaría algún sabotaje. No se les escaparía de ningún modo. Corrieron como poseídos a su “central”, pero no se esperaron tampoco lo que vieron.

-Heh, hola… - James los saludaba patéticamente, como si hubiese sabido que eso pasaría. Estaba amarrado desde una pierna a una rama de un árbol, colgando como un murciélago. Hasta los murciélagos podrían defenderse mejor. Detrás de él, sobre las rocas de la central azul había escrito en jugo de frutos rojos “Los tenemos”.

-Por el amor del cielo, James. Solo te dimos una tarea. – Jack intentaba regañarlo con seriedad, pero la risotada le pudo, hasta las mejillas de Punzie ardían por la situación. Elsa sentía más bien pena por su amigo.

-¿No van a darme una manito? – suplicaba James que la sangre se le había ido a la cabeza, estaba rojo cual tomate, cubierto de tierra y Dios vaya a saber qué, sin olvidar sudando como marrano. Sentía vergüenza sobre todo.

Jack, sin poder evitarlo, lo golpeó un poco para verlo balancear sobre la rama. Se moría de la risa. Elsa rodó los ojos y apuntó con sus flechas a la enredadera que lo sostenía. Siendo James, podría haber sido de sus propias trampas, pero sabía que eso lo habían hecho los del rojo. Elsa inhaló, concentrada de dar en el blanco. Las manos le sudaban y la flecha se le resbalaba.

-¿Cómo rayos hace Mérida con esto?

James ahora estaba pálido, cerró los ojos.

-Por favor, procura que conserve algún miembro de mi cuerpo…

Elsa no pudo soltar la flecha que estaba principiantemente sujetada a la cuerda cuando huevos y más rocas de piedra descendían del cielo como una lluvia de meteoritos, la mayoría daba en el blanco. Jack y Elsa, alarmados, fueron acorralados por el resto del equipo rojo.

-Los tenemos… - canturreó Mérida con una peligrosa mueca y otra de sus municiones de tierra en sus manos. Sus ojos se abrieron como platos al ver a Elsa apuntándole con un bello arco pero a la vez con una postura terrible, seguro que la flecha no le caería ni a los pies. Aguantó la risa.

Elsa se dio cuenta de lo mismo, se debía ver ridícula. Mando el arco al diablo y les disparó a  aquellos cazadores una ola helada seguida de algunos picos de hielo. Eso le dio tiempo suficiente al equipo azul de escapar de allí, pero se habían olvidado de James. Jack, antes de maldecir y desaparecer de allí, cortó la cuerda con su arma y corrió como como lo hace alguien que es perseguido por un demonio.

El rojo le daba caza al azul, el cual se encontraba disperso. Elsa no veía a Jack por ninguna parte. Solo podía oír el sonido de pisadas y la sangre golpeando contra sus oídos. Hiccup la seguía de cerca. Elsa congeló el suelo a su paso, lo cual le dio una gran ventaja al ver que el vikingo resbalaba y lo dejaba atrás. Siguió huyendo.

-Piérdete, si nos atrapan nos tendrán a los dos. – Jack le decía a un James fatigado a sus espaldas. No hubo respuesta. James había desaparecido. Se volteó al oír un silbido, y eran Mérida y Rapunzel  sonrientes  a su derecha. ¿Cómo miércoles se movían tan rápido?

-¿Ibas a algún lado, Frost? – dijo la rubia con aire divertido. Sostenía su cabello atado a algo que él no podía ver detrás de un roble. Jack sonrió como esas veces a las que solo deseaba incomodar e intimidar a la gente. Su sonrisa podría llegar a ser  más peligrosa que la del mismo diablo.

-Sólo a por ustedes…

Les arrojó bolas de nieve tan precisas que hubiesen derribado a las jóvenes si tan solo Mérida no los hubiese bloqueado con una roca semi-plana que les servía de escudo. Lo último que James y Jack supieron fue que Rapunzel había jalado de su cabello y luego lo soltó. A continuación, una rama gruesa como el brazo de un gigante los estaba dejando fuera de combate, vieron manos y por último cabello dorado.

Elsa seguía recorriendo los matorrales en busca de su equipo. A Hiccup lo había perdido hacía tiempo, pero temía que encontraría a sus compañeros en problemas. Fue más hacia el sur, si habían capturado a alguno tal vez lo podría rescatar. Pero en la prisión rival yacían ambos como niños atontados, Rapunzel y Mérida en la boca de la cueva protegían cual guardaespaldas el lugar. Aunque no había nada que resguardar, el juego había terminado.

-Y el primer punto es para… ¡El equipo rojo! – Hiccup escalaba hasta su central  y sin aliento alguno. Elsa le había dado para que tuviese, pero para Jack y James no les había sido suficiente.

-Tuvieron suerte esta vez… - Jack hablaba como si tuviese ácido en la boca en vez de saliva.

-¿Cómo hicieron? – preguntó Elsa, extrañamente contenta de que se haya terminado la prueba. Pero no de haber perdido olímpicamente.

-Bueno, fue sencillo. – explicó la dulce Rapunzel. – Trabajamos en equipo, como uno. Entre todos atacábamos en manada, Mérida con su puntería, Hiccup con su rapidez y yo capturaba a las presas con mi cabello.

-Creo que ya sabemos quién es el mejor equipo… - chilló Mérida emocionada. Ya no parecían dos leonas ansiosas, sino puras triunfadoras.

-Oh, mis queridas, esto es solo el comienzo. – el rostro de Jack se tornó perverso e intrigante. Nunca faltaba esa sonrisa, la cual animó a su equipo frustrado luego de la derrota. Les demostrarían a los del rojo cuánto se equivocaban.


Sin respiro alguno, Jack sentenció la segunda prueba de la competición.  La locura los había inundado a todos; dejaron de lado su sentido común y se empeñaron a arrasar en esas tareas demenciales. No podían decir que se la estaban pasando mal.

-Esta será similar a la primera. Cada equipo tendrá una importante ración de moras su color. El objetivo es arrojar al equipo oponente sus municiones, y golpear en el blanco que es este. – Jack dibujó sobre la tela, en el centro de su pecho y con cristalina escarcha un círculo del tamaño de dos puños. – Este será su “corazón”, y al que deben disparar. Se vale utilizar la magia para defenderse, pero no deben ocultar sus corazones. Tampoco se puede ir muy lejos de esta zona, el campo de batalla está delimitado por un trazo congelado que yo mismo hice, y créanme cuando les digo que sabré si se han pasado de los límites. El que lo haga queda terminantemente descalificado. El equipo que aniquile al contrario con las frutas gana.

-¿Y si recibimos un disparo? – preguntó James.

-Quedan fuera de competencia, no pueden continuar atacando ¿Otra duda?

Negaron con sus cabezas. El ánimo les florecía del pecho.

Fue uno por uno dibujando el círculo con escarcha sobre la ropas de los demás. La mano le tembló cuando fue el turno de Elsa y debía tocarle, bueno, el pecho cerca de sus senos. Si su piel no fuese tan blanca, podría jurar que se hubiese puesto bordó o fuchsia. (se pronuncia few-shə). A Elsa le sucedió más o menos lo mismo. Había una extraña tensión allí que pensó muerta, o lejana como un sueño.

A continuación, repartió un gran saco de bayas moradas y otra de frutos rojos que se dividió entre los miembros. Había bastante como para hacer una docena de tartas de frutos del bosque.

-No puedo creer que te la hayas pasado recolectando todo esto y armando esta… competencia. – no eran sorpresivas las palabras de Elsa. Lo había pensado el resto de los presentes, pero tampoco podían mentir que no les empezaba a simpatizar su juego.

-¿Qué te puedo decir? Soy muy entusiasta. – sonrió con una simpleza poco modesta.

 Allí mismo, pintaron sus rostros con las mismas con dos rayas horizontales sobre sus mejillas. Eran lo más parecido  a guerreros de verdad, y defenderían sus colores. Aunque eso tuviese el menor sentido.

Ambos grupos se dispersaron en polos opuestos, y la guerra de pinturas comenzó. Había que tener puntería y un brazo fuerte para que las bayas alcanzaran su objetivo, cosa en la que Elsa, Punzie y Hiccup no se resaltaban.  Eran dos bandos cortando distancia como en una verdadera guerra. Las frutas volaban de un lugar al otro. A Hiccup le cayó una en el ojo, Jack sonrió. Corrió hacia el vikingo y sin piedad le dio con casi todo su arsenal, pero el otro era hábil y lograba esquivar las que iban directo a su corazón pintado.

-¡Mérida, qué haces! No comas las bayas, son para atacar. – Rapunzel gritaba en medio del desencadenado infierno de bayas. El equipo azul les estaba dando con todo lo que tenían y se apresuraban hacia el rojo, ocultándose de tanto en tanto de sus ataques. Corrían de un lado al otro, atacando o huyendo.

Una ráfaga de moras azules manchó desde su rojizo cabello hasta los pies, y dieron justo en el círculo. James y Elsa vitoreaban a unos metros. Rapunzel huyó despavorida de la masacre que era su amiga.

-Ya me mataron, ¿puedo comerlas?

Nadie le respondió en verdad, Jack estaba muy ocupado tratando de aniquilar a Hiccup. Era una máquina asesina, lanzaba bayas y nieve a la vez. Por fin lograba que el rojo se cansara, pero él también lo hacía. James y Elsa llegaron justo a su rescate.

-¿Estás en apuros? – dijo James al ver la furia de lanzamientos que se había hecho el Guardián, mientras corría con la joven hacia sus espaldas.

-A ti qué te parece. – respondió en tono burlón, por no decir amargado. Jack esquivaba los ataques de Hiccup. Punzie se había unido a la defensiva y daba furtivos disparos a cada uno de sus rivales.

Elsa era la que más había sufrido el desastre rojo y pegajoso, aunque por lo menos tenía un rico aroma, pero su corazón permanecía intacto. Se detuvo un segundo para contemplar la escena; estaban Jack y James que parecían estar desangrándose, y Punzie y Hiccup parecían tener algún tipo de enfermedad que les causaba ronchas azuladas. Era todo un espectáculo, y el hecho de que hacía unas horas estaban saludando al alba y ahora luchaban en una batalla frutal era difícil de creer. Pero también lo que querían era ganar esa prueba y por lo que parecía, la balanza estaba a favor de los azules.

Cuando en un momento pareció que una baya roja caería directo al corazón de Jack, Elsa se lanzó sobre él en una milésima de segundo. Aterrizó sobre su cuerpo en el suelo, quedando directamente de frente al equipo rojo  y Jack, bajo suyo, boca arriba. James, en un pequeño descuido, fue dejado fuera de competición gracias al vikingo. Ahora solo dependía de Jack y Elsa contra Hiccup y Rapunzel.

No había tiempo para moverse, Elsa, aún sobre el cuerpo de un atónito Jack, apretó sus caderas contra las suyas, se enderezó para defender como pudo su posición y acribilló a los rojos. Casi dio en el blanco en el pecho de Rapunzel si no hubiese sido que ella se echó a un costado en el momento exacto.

Podía ser que no se hallaban en la posición más cómoda, sobretodo en los polos inferiores, pero si lo pensaban era perfecta ya que sus corazones estaban perfectamente protegidos si se pegaban cual sándwich humano.

Elsa creó una barrera de hielo para evitar los lanzamientos y rodó con Jack a la derecha hasta que él terminó sobre ella, Elsa hizo descender la barrera y Jack repitió el ataque anterior, esta vez  acertando en el blanco de la contrincante rubia.

Habían sido tan rápidos que el vikingo se congeló en su lugar. Congelado en su lugar, eso es…

Los del equipo azul volvieron a rodar, y a toda velocidad, Elsa sobre el joven esta vez, congeló los pies de Hiccup al suelo. Luego cambiaron de posición y Jack dio el golpe final que les dio la victoria. Fue una estrategia tan absurda que ambos parecían una  misma oruga epiléptica, pero Elsa en sus años de aprendizaje reales, había aprendido a pensar en tácticas militares en un impulso. Aunque esta resultó ser desastrosa les había hecho ganar, y era eso lo que contaba. Si su profesor se enteraba seguro la reprobaría…

Jack y Elsa respiraban pesadamente, les había costado pero consiguieron ganar la prueba. Él comenzó a reírse de la situación, y pronto, Elsa se contagió. Hasta que cayeron en la cuenta cómo sus cuerpos se pegaban al otro, la adrenalina los unía indescriptiblemente, y no tardaron en ruborizarse. Una chispa se encendió en algún lugar remoto en su interior, y por algún motivo, deseaban poder quedarse así el resto del día.

-Yajuuuuu, ¡ganamos! – Mérida gritaba mientras llegaba al lugar dando saltitos. Fue suficiente para hacerlos rebotar y separarse de su posición, aunque la tensión seguía latente en el aire. James, que había sido testigo claramente, sintió una punzada de dolor. Qué porquería son los amores no correspondidos…

-No, Mer. Ellos ganaron. – a Hiccup le costaba recuperar el aliento mientras intentaba romper el macizo hielo que le aferraba los pies.

-Oh… - bueno, por lo menos se había dado un festín de frutos rojos como desayuno.

El equipo azul recordó su triunfo y festejaron exhaustos. James a su izquierda y Jack a la derecha le extendieron a Elsa una palma en alto. Elsa los miró con extrañeza.

-Se supone que debes chocar los cinco, Elsa. – James sonreía contento. Pero no estaba muy seguro de sentirse así.

Elsa dudó un poco y chocó ambas manos que los azules le enseñaban. No recordaba haber hecho ese gesto antes.

Hiccup carraspeó en su lugar.

-Oh, lo siento Hicc. – Elsa se disculpó, agitó la mano y lo liberó. Luego se giró al Guardián, con una sonrisa llena de éxtasis pero que no delatara el… bueno, excitante momento de hacía unos minutos. - ¿Y bien, cuál es la siguiente prueba?

***

-¿Falta mucho?

Kristoff rodó los ojos.

-Baja de ahí, te vas a caer.

-Pero Kris, tengo que encontrar a mi… - resbaló y cayó sobre los brazos de su esposo. Él tenía una expresiva cara de preocupación.

-Tu hermana, ya lo sé. Pero hemos buscado por días.

-No hemos buscado bien, tenemos que seguir-

-No, Anna, no sigas insistiendo.

-Ella tiene que estar por aquí, lo sé. – continuó haciendo caso omiso a su cansancio.

-Revisamos toda la montaña, y no está. Debes volver al Reino.

-No hay de qué preocuparse, solo me he pedido unos días libres. - Anna sacudió la mano y volvió a encaminarse a escalar la enorme pared de piedra que tenía enfrente. Kristoff golpeó su frente con las manos y fue a sujetarla; él era más fuerte por lo que la levantó del suelo y la movió lejos de la pared.

-¿Quieres escucharme? – dijo con paciencia. - Ya hemos pasado por esto, y el Reino te necesita a ti.

-Pero-

-Tú eres la Reina ahora. Elsa tendrá sus problemas, y tú como su hermana deberías entenderla y dejar que los solucione sola.

-¡No! Kristoff, debo ayudarla...

-Pero ella al parecer no quiere tu ayuda. Amor, comprende. Deja que lo haga sola.

-¿Cómo sabré si está bien, o si volverá? Puede estar en problemas… Ni siquiera sé dónde está. – se lanzó al suelo, rendida. Lágrimas bañaban sus mejillas. De nuevo hizo lo mismo. De nuevo se alejó de mí.

-Como hizo una vez, volverá sana y salva, solo dale tiempo. – su esposo se sentó a sus lado y la envolvió en un abrazo contenedor. – Pero no existe una forma mágica para comunicarnos con ella… - su expresión cambió - A menos que…

Anna alzó su vista.

-¿Kristoff?

Él se paró de un salto y tendió su mano a la muchacha. Ella, temblorosa la aceptó y se levantó del suelo. Sosteniendo su mano, Kristoff la llevó al trineo, parecía entusiasmado.

-Kristoff, ¿cuál es tu idea?

-¿Recuerdas a mi familia?

-¿Los trolls?

-Ajá. Ellos pueden ayudarnos a encontrar a Elsa y decirnos cómo está.

-¿De veras?

-Claro, ellos conocen el Reino como nadie y son rápidos. La localizarán en menos de lo que digas “sándwich”.

-Ya he oído eso antes, pero jamás sucedió. – Anna recordó la promesa que Jack le había hecho, de que traería a su hermana de regreso. Pasaron semanas sin saber de los dos.

-Pero esto funcionará. Confía en mí.

Anna lo pensó por un momento. – Confío en ti.

-Bien. – una enorme sonrisa relució en sus labios. – ¡Corre Sven!

***

-Para cambiar un poco las aguas, esta prueba será de desafíos. Y nuestro juez será Chimuelo. – el dragón despertó de su ensueño a oír su nombre. – La prueba es la siguiente: cada equipo desafiará al otro con cinco retos que sus miembros propongan. Y tanto estos como nuestro solemne juez deben estar conformes con la realización de los mismos. El punto irá para el que realice todas las tareas, o el mayor número, a la perfección.

Jack miró a su público. El furor los había carcomido por completo y estaban rendidos ante la competición, estaban afanosos como si estuviese por regalarles oro. Su estado era, por otro lado, deplorable; sudorosos, sucios, cansados y con cierta fatiga habían quitado la mayor cantidad de manchas azules y rojas de sí mismos. Eran la maraña más increíble de todas, aunque Elsa ciertamente seguía luciendo exquisita.

Se miraron por un tiempo, cómplices. Sabía que Jack tramaba algo tremendo para el equipo contrario.

El quipo azul salió sorteado para desafiar primero a los azules al arrojar una moneda hecha del mismo hielo. Los azules estaban más que emocionados, y los rojos sabían qué se les venía encima. Se encogieron como capullos en sus lugares. Esto sería vergonzoso.

-¿Puedo? – Elsa ya tenía una idea para el primer reto.

-Adelante. - Jack sonrió y extendió su mano hacia los del equipo rojo, como si la dejara pasar. Elsa dio un paso y habló con voz solemne, parecida más bien a la voz a la que acude al hacer un decreto real.

-El primer reto será interpretar a la otra persona; Punzie, tú harás de Hiccup, Mérida tú serás Punzie, y Hicc serás Mérida. Deben representar a la persona como si en verdad fuesen ella.  Además, deben hacernos reír aunque sea un poco.  Oh, y deberán intercambiarse de ropa, sino no será creíble.

Jack hinchó el pecho de orgullo, esa era su Elsa… Los harían trizas.

Con todo el pavor del mundo se escondieron tras arbustos, se lanzaron sus ropas por encima y en poco tiempo estaban cambiados. Hiccup se sentía especialmente incómodo usando vestido. Y la ropa de Hicc no olía a margaritas silvestres que digamos.

-Más nos vale ganar esta bobada. – masculló la escocesa hecha una furia.

-Hicc, ¿es normal que estas cosas piquen? – Rapunzel se rascaba por donde las prendas vikingas se asentaban, parecía que tenía allí un nido de pulgas.

-Ustedes dos no pueden quejarse – sentenció él. -, yo soy el que está usando un vestido mil tallas mayor.

-¡Te has pasado! – Mérida se arremangó sus mangas rosas. Con el vikingo la relación era de pérdida y ganancia. Cada escalón que subían hacia una mejor convivencia, descendían tres. Y ese golpe se lo había ganado él.

Una bola de nieve que no se supo de quién provino los interrumpió, y Jack carraspeó con aspereza.

-¿Podemos empezar? No tengo todo el día.

El rojo se miró confundido entre sí. ¿Qué relámpagos harían? Punzie fue la primera en entrar en papel ante su audiencia. Cerró los ojos, tomó aire y contrajo los labios en un gesto varonil, carraspeó y comenzó a caminar de un lado al otro con torpeza exagerada, rengando y dramatizando un acento vikingo totalmente extraño. Se parecía casi del todo a Hiccup.

-Oh, perro mirra eso, porr el amorr de Oyin, ¡es una rroca! Nosotrros no tenerr rrocas en Berrk. ¡Oh, pero que es esa monstrruosidad! Oh, una planta. No, no, no tenerr de eso tampoco. Nosotrros tener barbas, ¡serr vikingos! ¡Serr fuerrtes! ¡SERR PELUDOS COMO OVEJAS! –Rapunzel sacudía los hombros como el aludido y se enroscaba en sus cabellos, haciendo una barba falsa que le hizo escupir a James de risa.

-¡Oye, yo no hablo así!

-No lo notas, pero arrastras las erres. – Rapunzel se dobló por la mitad de la risa, no pudo mantener su papel por mucho tiempo.

Hiccup tomó coraje, se metió bajo los bucles rojizos de Mérida para imitar su cabellera y habló en una nota demasiada aguda para su voz áspera y vikinga, reproduciendo el acento jocoso de la escocesa. – ¡No me quiero casar, quiero ser soltera y dejar que mi cabello vuele con el viento mientras cabalgo sobre la pradera, arrojando flechas hacia el atardecer!

Absolutamente todos rieron, incluyendo a la mismísima Mérida. Se sorprendió al ver cuánto parecía saber de ella, era extraño también…

-Oh, mírenme, ¡soy tan ruda como mis cabellos, los cepillos huyen de mí! Soy un alma libre y lucharé con cualquiera que me despierte antes de las 10 de la mañana. Pium, pachaaw, haahia. – daba patadas voladoras a todas partes, algo incómodo por el vestido. – Lo olvidaba, y si me llaman “princesa” les volaré los sesos con mi súper habilidad.

Luego imitó el gesto de lanzar una flecha con el arco, con sonido de “fussshhh” incluido. Y reía tontamente ocultando su sonrisa, era lo menos parecido a una mujer, pero que era divertido lo era.

Mer hizo como él, pero con el cabello de Punzie, sin antes darle una pisada al vikingo por aquella mala imitación de ella. Luego se puso a cantar la canción mágica de la chica, aunque con excedida desafinación. Mérida tampoco era la mejor cantando, pero eso le agregaría un toque divertido a la escena.

El jurado dio su veredicto en este orden: James, Elsa, Jack y Chimuelo.

-Bueno, para mí es un sí. No he parado de reírme desde el principio, sobre todo viéndolo a Hiccup con vestido me ha hecho la vida.

-Concuerdo, ha sido muy divertido y en parte lo han hecho bien.

-Decepcionante… - Jack con cierta teatralidad sacudió la cabeza – Los demás han estado medianamente bien, pero creo que Punzie, te ha faltado un poco de Hicc-chispa…

La chica captó las palabras, y al segundo hizo como si resbalara con su “pie ortopédico” y cayó directo al suelo. Jack se levantó del suelo de donde estaba, aplaudiendo y besando la punta de sus dedos como si acabase de presentar una obra de arte.

-¡Bravo, excepcional, a eso me refería! ¡Bravo! Para mí es un sí.

Chimuelo hizo algo como un asentimiento y el primer reto fue superado. El siguiente fue planteado por James, que fue, básicamente, sobre lamer cosas.

-Punzie, lame la oreja de uno de tus compañeros. Hicc, tú lame un cabello de alguien y Mer tendrás que lamer tu pie.

Sus pieles se volvían verdosas. Con cierta lentitud y asco, el rojo cumplió. Rapunzel lamió la oreja de su amiga que seguramente estaba más limpia que la de Hiccup.

-Ya verán… Nuestra venganza será exquisita. – dijo ella mientras escupía para alejar el sabor de su lengua.

El vikingo, por puro placer de molestarla, lamió uno de los rulos definidos de la escocesa. Casi logra terminar sin un ojo. Y lo peor es que se lo había metido en la boca y lo lamia cual cabra, sin mostrar un signo de asco. Sino que su rostro decía que era un manjar italiano. Mérida juró que se incendiaría el pelo. Por último, ella se sentó en el piso, se quitó uno de sus zapatos  y casi se desmaya del olor. Cerrando los ojos lo lamió, y al segundo prefirió haber tenido que comer tierra.

Se ganaron 4 síes.

-Okey, Punzie, te desafío a que le desabroches la camisa a Hiccup y Mérida le desabrocharas su panta-

-Jack, pueden haber niños leyendo esto…

-¿Qué? – miró a Elsa, enredado. Elsa se retractó nerviosamente.

-Digo que no creo que sea apropiado…

-Pfff, bien. Aunque mi idea anterior era brillante. Harán que son animales; Hicc, serás una gallina. – El resto de los azules rieron. – Punzie un mono y Mer serás una foca. ¡Procuren no aburrirme! Y… ¡Acción!

Mérida se arrojó al suelo y comenzó a aplaudir pidiendo peces con sonidos  del animal. Hiccup y Punzie, sin mucho ánimo, se pusieron a bailar como tales, cada vez su orgullo se hundía más en la tierra. Esta vez tuvieron un no de los jueces, sobre todo luego de que el dragón se acercó a su dueño, preocupado por si le había agarrado algún ataque. Hiccup le respondió con un furioso cacareo y siguió agitando sus brazos.

-¿Cómo que un no? ¿No fue bastante humillación? – se quejó.


-No lo suficiente. – respondió Jack. Su equipo se había puesto de acuerdo para hacer que parecieran aburridos, cuando en realidad estallaban por dentro.


El juego continuó mientras se hacían las tres, según la posición del astro rey. El equipo rojo tuvo que interpretar a Elsa. Los miembros pretendían tener poderes congelantes lanzando tierra al aire y cantando canciones de libertad. Ya deben imaginarse a Hiccup cantando  el estribillo. También armaban muñecos de nieve con barro. Los rojos aprovecharon para enseñar su poder a los jueces lanzándoles su “barro-mágico-que-pretendía-ser-hielo”. También se ganaron un sí. Por último:

-Punzie, quiero que bailes en el fondo simulando el cielo. Y espero que me emociones. Mientras que Mérida y Hiccup… - Jack se frotó la barbilla, mirándolos como las serpientes miran a dos crías de conejos. Se volvió a su equipo, y entre murmullos  en una ronda improvisada, decidió lo que debían hacer. – Ustedes representaran Romeo y Julieta de Shakespeare.

-¿Toda la obra? – se quejó la muchacha. – ¡Pero somos solo dos!

-Harán de todos los personajes de la obra si es necesario, pero no pueden saltearse nada.

-¿Qué es Shakespeare? – preguntó el vikingo. Le sonaba a algún tipo de bebida.

-Bien, no quieren hacerlo, no tendrán el punto… - James canturreó. Ambos, él y el Guardián parecían estar al mismo nivel de perversidad. Elsa tampoco se quedaba atrás.

-Está bien, está bien. Lo haremos. Pero ustedes se buscaron esta guerra. – sentenció la pelirroja.

-Pero… - prosiguió Elsa. – Los roles serán invertidos; Hicc, serás Julieta y Mérida, Romeo.

-¡NO ME PONDRÉ OTRA VEZ UN VESTIDO! ESTAN SIENDO INJUSTOS.

-De acuerdo, entonces tienen un n- Jack comenzó por decir, con su pulgar abajo, cuando Mer interrumpió.

-¡Lo haremos!

-Perfecto. – Sin preguntar, la Reina de las Nieves batió su magia y transformó sus ropas en unas perfectas réplicas del estilo de la época hecho en hielo. Hiccup se quería morir allí mismo. Tal vez por el frío o porque jamás se libraría de tu pesadilla de vestidos.  - ¡Vamos, en sus lugares y… acción!

Rapunzel agradecía a los cielos y las estrellas su suerte de solo tener que bailar en el fondo mientras los otros interpretaban una obra la cual solo Romeo se sabía sus líneas y el vikingo se hallaba perdido.

La obra siguió su curso, con muertes, incidentes del destino, y un amor un tanto extraño. Era difícil para los actores interpretar el hecho de sentir algo por el otro de una manera tan incondicional, sobre todo desde que su relación parecía ir con el pie izquierdo, o con el derecho, o a veces dando patadas. Lo peor era el cambio de roles.

Sin embargo, los jueces estaban embelesados, a pesar de la incomodidad, era la mejor puesta de Romeo y Julieta, y el final estaba por llegar. A Jack se le caían las lágrimas, a James los mocos.

-… Quiero tener aquí mi eterno reposo, quiero librar del yugo de las estrellas funestas a esta carne cansada del mundo. Ojos, mírenla por última vez. Brazos, den su último abrazo.

El joven vikingo se revolvió extraño sobre el pasto luego de aquel abrazo y ante su raro discurso, abriendo los ojos acompañados con una mueca.
-Se supone que estás muerto, idiota. – susurró inaudible la joven vestida de hombre. Rapunzel, detrás de ellos, reía mientras danzaba como gotas de lluvia que lloran la muerte.

Hiccup volvió a hacerse el muerto en un santiamén, no vaya a ser que lo notaran.

- Y vosotros, labios míos, puertas de la respiración, sellad con el legítimo beso un acuerdo eterno con la muerte…

-¿QUÉ? – Julieta resucitó. Se incorporó de golpe al borde de un ataque.

-Es la parte del beso. – interrumpió Punzie, con bastante obviedad en su voz. Mérida se enrojecía tanto que su cara desaparecía en su rojiza melena. Para Julieta, había sido una patada a las partes nobles.

-¿ROMEO Y JULIETA SE BESAN?

-Ya nos hemos casado,  ¿no es eso peor?

-Sí, pero… ¿TENEMOS QUE BESARNOS?

Miraron a los del equipo azul, cuyo hechizo encantador se había cortado y el desconcierto brotaba a cada segundo. Debían actuar rápido o perderían el punto, en todos los sentidos.

-Solo bésame  y ya. – Mérida lo sujetó desde la nuca y lo atrajo hacia sí. Hiccup no pudo decir ni A hasta que sus labios se balanceaban sobre los de ella. Mérida tenía miedo, Hiccup igual. Hasta que poco a poco, lo comenzaron a disfrutar.

Ninguna de esas tonterías de mariposas, había fuego en ellos. El mismo que arrasa bosques, que  los encendía y los hacía perder la noción, su línea se encuentra fuera de servicio, por favor intente más tarde.

Y un fuego que no debería haberse encendido. Mérida lo alejó de un empujón y carraspeó para proseguir con sus líneas. No había notado la sorpresa en los ojos de Punzie, ni lo que le pareció ser regocijo y luego tristeza en los de Hicc. Tampoco precisó ver a los de los azules, expectantes y encantados de ver lo que habían estado esperando. Se las pagarían.

-¡Finalmente! – vitoreaba Elsa sólo para sus compañeros. Chocaron los cinco.

-Ejem… - Romeo prosiguió y Julieta tomó su lugar. – Como decía. – sujetó en su mano una botella invisible – Ven, amargo conductor, repugnante guía.  ¡Bebo a la salud de mis amores! – Mérida bebió de la misma - ¡Oh, fiel boticario, cuán activos son tus remedios! Y muero con este beso.

Al poco tiempo. Romeo murió al lado de su Julieta. Y ella, le siguió.

-¡Oh, bendito puñal! – Hiccup, merecedor de un premio a la actuación, tomó el puñal  hecho de hojas de Romeo. – He aquí su vaina. – las hojas se doblaban sobre su abdomen. – Ahí puedes enmohecerte; déjame morir.

Los aplausos no tardaron luego de que Punzie acabara en una pose clásica de la noche que cae por última vez.

-¡SÍ! ¡Definitivamente sí! – aclamaba James. La chica  a su lado solo podía asentir.

-Mhmm, tal vez no me ha quedado claro lo del beso. – Jack arrugaba su frente y mentón. Los azules rieron.

-Para lo que te gusto. Puedo jurar que te hemos hecho  llorar. – bromeó Hicc, lanzándole tierra que el Guardián congeló antes de que llegara a él. Pero tampoco removería el tema.


Ahora era su turno.


Fin del capítulo 38

33 comentarios:

  1. Hermosoooooo!!! me encanto, te luciste Britt, me encata el color azul es un buen color para su equipo, es mejor si los haces muy extensos, me encantan. besoss tu admiradora ;). primer comentario xD

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    1. Qué linda!!! Gracias muchas gracias♥♥ Aún no está terminado pero me permito un pequeño descanso. En un rato la continuaré no se preocupen .

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  2. me encanto mucho el capitulo y soy en dar su primer comentario después de 38 capítulos y son muy hermosos debes de seguir porque tienes ideas muy divertidas e interesantes me gustaría ser como tu con esa imaginaron y sigue que esta muy divertido y gracioso :)

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    1. Qué lindo comentario! Gracias, mi imaginación te lo agradece. ♥

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    2. De nada. Me gusto el capitulo tengo un reto que tal vez te pueda servir que James le confiese la verdad si encerio esta enamorado de Elsa y que a Jack le de celos... o en poner celoso (a) a alguien espero y te sirva mi idea <3

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  3. me fascino el capitulo, fue muy chistoso, especialmente la parte en la que Jack hace girar a James en el arbol, fue muy chistoso, sigue que tu historia es muy divertida

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  4. Se que había tardado xD. Pero aquí esta mi opinión

    Algo que me encanta es el cómo llevas casi a la perfección los momentos de la historia. No te apresuras a nada, ni postergas la historia. También me agrada el que no sobrecargues los capítulos con romance innecesario. Ver aventuras en equipo, situaciones de amistad es algo que pocos disfrutan, pero créeme que a mí me fascina que le des su tiempo y espacio a cada una de las amm categorías, por así decirlo. Ya sé que la mayoría quiere Jelsa por todos lados, (y me incluyo), pero todo a su tiempo xD

    Ahora si, como siempre, me tienes a la espera de los nuevos capítulos. Ya sé que no los comento todos, pero créeme que día a día estoy al pendiente de tus actualizaciones.
    En cuanto al reto, creo que será un buen momento de risas y una que otra escena de celos xd
    Eso es todo. Sigue así! Nos leemos luego

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    1. Hola! No te preocupes, no es obligación comentar en cada capítulo, entiendo que pueda ser agotador.

      Gracias, es un alago. El romance vendrá luego y sí que va a ser......... interesante (Sí, he usado muchos puntos suspensivos).

      Y muchas pero muchas gracias por estar al pendiente de la historia, disfruto escribirles, es algo que me llena por dentro. Desearía poder tener más tiempo, claro...

      Saludos, amigo!

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    2. Una nueva actualización merece un nuevo comentario, así que aquí estoy.

      Fue muy divertida la parte de los retos. Me parecía buena idea que empezaras con el equipo rojo, por que creo que lo mejor será los retos al equipo azul.

      Las propuestas de los otros lectores son bastante buenas; aunque estoy seguro que sabrás escoger las correctas

      Aunque no me quiero quedar fuera xD . Así que daré unas pequeñas recomendaciones

      Primero: Como son 5 retos, creo que deberías hacerlos: a) Románticos en algún sentido, b) graciosos, c) bizarros, o d) tan malos que sean buenos xD

      Se que muchos piden beso, pero creo que, si lo hay, no debería ser tan simple. Aunque personalmente me encantaría una escena así, pero como siempre, la ultima palabra la tienes tu.

      O, y una pregunta. ¿los guardianes no harán aparición? seria divertido ver a conejo molestar a Jack.

      Bueno, eso es todo. Y gracias por notar que soy un chico. En la mayoría de fics que comento me confunden con una chica jeje. Debe ser por que la mayoría son admiradoras y hay pocos admiradores xD

      Ahora si, me retiro, acá en mi ciudad son las 3 de la mañana y tengo que regresar a hacer tarea xD.
      Espero no tardes en actualizar y saludos igualmente!

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    3. Agradezco nuevamente la seriedad con la que se toman el trabajo de leer la historia y comentarlas. Es admirable la verdad estoy que babeo.Tus recomendaciones son perfectas, las tomaré todas si no molesta. xD

      El beso... humh, no lo he decidido al completo. Tal vez haya, tal vez no. O tal vez sí. O no...

      Los Guardianes por ahora sé que aparecerán en el último capítulo. Y créeme que el blanco de sus bromas, sobre de todo conejo, será Jack. Lo aseguro.

      ¿Cómo se atreven a equivocarse esas pelonas? Jajajaj, bromeo. Es muy lindo conocer un fanboy, (creo que es el término, ¿verdad?) Deberías recomendarme algún fic. Los leeré cuando termine de escribir esta, por supuesto, por que sino es como que no quisiera que algo de otra persona se absorbiese por accidente en mi mente, ¿entiendes?

      Aquí son las 5 y sip, debería haber hecho algo de tarea, pero la historia es más importante! Intentaré actualizar lo antes posible. Saludos!!

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  5. Me encanto el capitulo!! te quedo genial y me identifico con Merida cuando se puso a comer las moras, me encanta tu historia, segui asi :)

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    1. xD, muchas gracias, Fernanda. La verdad es que también me identifico con ella, y sobre todo en esa escena. La guerra da hambre. Tiene mucho de mí este fic xD Saludos!

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  6. Hola Britt, se me ocurrio que en algun reto que les toque al equipo azul podria ser que Jack tenga que besar a Elsa o Hiccup a Merida solo digo, si no te gusta la idea esta bien lo importante es que se ponga interesante, me captas? besos tu admiradora!!! ;)

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    1. Sí, éste me pareció muy bien y lo apoyo, pero prefiero que sea de Jelsa.
      -Nina <3

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    2. Muchas gracias!! Aún no sé como llamarte, pero me gustó tu idea, la tendré en mente, saludos!

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    3. Simplemente hermosooooo!!! y gracias por tener en cuenta mi idea, me encanta la obra de Romeo y Julieta y soy Cande tu admiradora saludos :)

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  7. Hola, yo otra vez. Britanny, me gustaría que me respondieras esto:

    1° ¿Anna está embarazada? sólo por curiosidad porque vi en un capítulo que decía que se comía un plato entero de chocolates

    2° No han aparecido los villanos todavía, pero no lo tomes a mal.

    3°Aquí está mi idea:
    Que el equipo rojo proponga que los del equipo azul huyan de ellos porque si no serán del equipo rojo a menos que lo toque uno de su equipo. Jack se esconde en una cueva y de casualidad Elsa también va corriendo y se choca con Jack, se caen y se besan y... ejem ya sabes.
    Eso era todo Brit espero que me lo respondas y que tomes en cuenta mi idea. Soy tu fan, me inspiras y te adoro
    -Nina <3

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    1. Nina, Nina, Nina, que excelentes preguntas. La verdad me hace feliz que la gente se de cuenta de cosas como estas en la historia. Lo de Anna... Bueno aún no lo decidí. Lo de los villanos es una estrategia, no sé si lo has notado pero se ven medio... estúpidos, en especial Pitch y Hans, y parece ser que Gothel es la que lleva la delantera. Pero son solo apariencias... El infierno pronto se desatará, aún hay cabos que atar.

      Me gustó mucho tu idea, la tendré en mente saludos, Nina!

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    2. OMG! Gracias por responderme Britanny y, sí lo de los villanos sí lo he notado ;) y creo que me porté un tantito impaciente pero, todo a su tiempo Brtanny eres la mejor (otra vez pero es la verdad) y una pregunta ¿De dónde eres? Sólo por curiosidad. :-D
      - Nina

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    3. Hola, para responder a tu pregunta bueno... es un poco larga la historia, la puedes leer aquí

      http://lovejelsa.blogspot.com.ar/2015/06/sobre-mi.html

      Y muchas muchas gracias por tu comentario. La verdad, gracias. Creo que agradezco demasiado pero no creo que sea suficiente. ♥

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  8. Jod...llege tarde -.-" te daria ideas pero seguramente seria muy tarde tal vez estes escribiendo la nueva historia -3- pero bueno si de jelsa se trata de eso se tratara ...podrias basarte en varios deportes o los simples juegitos que marcaron la infancia (sabes a lo que refiero o no?) Y bueno mientras esten en la "prueba" se tropiezen o se besen sin que nadie los esten viendo o un tropiezo embarazoso en fin espero que hayas leido mi ideas tan estancadas (incluso para mi propio blog -.-" soy un desastre) y bueno sin mas ya quisiera ver la continuacion
    ~Saludos :)

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    1. NO, pero si siempre tendré en cuenta cada uno de sus comentarios, no te preocupes. Tu idea me ayudó un montón, ya mismo me pondré a investigar porque como dicen los grandes, uno no puede hablar de cosas sin saber qué rayos son o cómo va la cosa. Así que investigaré mucho de juego y esas cosas.

      Y con lo de infancia, te refieres a entre Jack y Elsa? Bueno la verdad nunca me he centrado en ello. Lo tendré sumamente en cuenta. Gracias, fuiste de mucha ayuda

      Saludos gigantes!

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  9. He leído todo el fanfic hasta ahora pero esta es la primera vez que comento... esta super cool sin embargo pienso que Elsa si debería recuperar su mortalidad porque en parte tiene mucha razón. si puede que ser joven y hermosa para siempre sea padrisimo pero tiene sus desventajas, y seria doloroso que Elsa vea morir a todas las personas a su alrededor incluyendo Anna (que seria la persona que ella mas ama en el mundo antes que Jack) y bueno... al menos yo no quisiera que dejara de ser la reina de Arendelle sin mencionar de que perderia a su unica familia que es su hermana (y yo se lo que duele perder a una hermana, por eso pienso que los hermanos deberian ser todo para nosotros)... solo es mi opinión y espero no te moleste Brit.

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    1. Hola! Gracias por leer la historia, me complace que te guste. Tienes razón y lamento mucho lo que te ha pasado. Lo de la inmortalidad es un tema bastante delicado, para serte sincera. Imagínate el dolor de Elsa, el de Anna, el hecho de que técnicamente Jack sería esteril, si sabes a lo que me refiero. No tendría familia y perdería a la que tiene. Y cómo sería tener una reina inmortal? La podrían desterrar o tratar de bruja no lo sé. No me ha molestado para nada tu comentario, me encanta que lo hagas. Espero que el resultado de la historia les complazca a todos. Saludos♥

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  10. A por cierto me llamo Maria Jose y me gustaría agregar que leo tu historia como desde agosto o... no lo se, no lo recuerdo pero me encanta. se me ocurrió que para próxima prueba (es una sugerencia) ambos equipos pueden hacer el ICE ICE BABY; para los que no lo sepan o no recuerden este reto consiste en ir metiendo trozos de hielo en tu boca mientras dices ice ice baby. por ejemplo: introduces un cubito de hielo y dices la frase, metes otro y vuelves a decirlo... quien mantenga mas cubos de hielo en la boca sera el ganador... posiblemente sea fácil para Elsa o Jack... o simplemente... NO!!!! jajajajaja

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    1. ESTA IDEA ES TAN ADFAGLAHLFDKA. No sé como explicarlo, me fascinó la usaré si no te importa. Genial, simplemente genial. MUCHISIMAS GRACIAS, ya sé incluso como hacerla, muchisimas gracias, y gracias por leer la historia María José.

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    2. Descuida la verdad me encanta que te haya gustado la idea y no puedo creer que quieras usarla te doy las gracias a ti por tomar en cuenta mi comentario.... estoy super feliz XD

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  11. :O ¡Hay por Dios! que precioso Britanny te luciste y me fascinó, y aunque tenga el cuello inmóvil me lo disfruté porque siempre hago caras y movimientos raros cuando me emociono. M encantó y no tengo palabras para lo de la parte de: Punzie, tú le desabrocharás la camisa y Mer, tú el pantalón. Moría de risa y salí corriendo pero me lastimé más el cuello. Te admiro tanto.
    -Nina

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    1. Oh, no! Lamento lo de tu cuello, pero que gusto que te haya gustado :D Me pone super feliz! Saludotes!

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  12. Hermoso y muy buen beso ojalá y durara mas pero bueno tal vez el siguiente reto seria

    -todos hagan el ice bucket y si no sabes que es es meter hielos a una cubeta y esperar hasta que se descongelen o simplemente coger agua helada o mas que helada y echársela a los demás
    -Jack bailara como una bailarina de ballet (si hoy estaba jugando a eso y se me vino a la mente
    -agarraran bombones no se de donde carajo los sacaran pero se meterán el mayor número de bombones y Los dos que tengan el menor número perderá y los dos que pierdan le pondrán refresco o agua que seria mas lógico en la boca y ya sabes que sucederá (se me ocurrió esa idea ya que en el cumple de una maestra hicimos un convivio y los niños de marranos hicieron eso cuando la maestra no se dio cuenta)
    -Elsa besa a Jack (¿qué? Solo quería un poc de jelsa al menos un poco) y eso es todo por cierto soy mujer solo uso el correo de mi hermano me llamo Andrea pero dime Andy y eso es todo ojalá y pongas algo de lo que te dije

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  13. aaaaaaaaaaaaaaaaaaa y el bebe

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  14. hola,yo leo esta historia hace unos dias,y esta bella,creo que ya casi nadiela lee

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