lunes, 6 de abril de 2015

Jelsa, una historia de amor verdadero... Parte 29

Jelsa una historia de amor verdadero.

parte III


Capítulo 29. "Gritándole a la Luna".




Prólogo:

La mayoría de los aldeanos de Arendelle paseaban por el castillo. Esa noche, la princesa Anna había mandado abrir las puertas del palacio para todo el Reino porque había un importante anuncio que hacer. Pero nunca nos enteramos.



Mi nombre es James Brander Garthf, que significa marcado por el fuego y protector, aunque el último parece ser nombre de niña. Soy más conocido como el hijo del granjero. Mis mil veces tátara abuelos tenían la mejor granja de todo Arendelle hasta que un voraz incendio los dejó en la ruina. Tras generaciones, hemos tratado de recomponer la situación, pero no nos ha ido muy bien. No los aburriré con la triste historia de un pobre joven y su granja. Sigamos.






A penas me enteré por los mensajeros reales que se abrirían las puertas corrí a lo de mi amigo Andrew y luego al palacio. Nunca me perdí una oportunidad de ver a la Reina. He estado encantado por ella desde… bueno desde que recuerdo. Sobre todo ahora que sale más de su hogar.






-Amigo, estás chiflado lo sabes. – me dijo Andy mientras esperábamos entre la muchedumbre.






-Sólo quiero verla, Andy. Nada más.






-Mira, tengo dos opciones para ti, o te atreves y le hablas de frente o dejas de fastidiarme para que te acompañe. – sabía que él no estaba enojado en verdad. Sólo que lo había molestado a la hora de la cena.






-¿Qué le hable? ¿Estás loco? ¡Ella es una Reina! Y yo un simple campesino. Podría ser ilegal, o algo así.






-Lo sé, pero puedes enviarle… no sé, ¿un cerdo?






-Muy gracioso, enamoraré a la bella Reina con un oloroso cerdo.






-No hay que dejar de soñar. – se mofó.



Al cabo de un tiempo, nadie de la corte salió a dar su anuncio. Andrew estaba apurado por volver a casa. Pero en eso, las puertas se abrieron de un golpe, y allí estaba ella…






Tan radiante como siempre, la Reina apareció del otro lado. Aunque parecía preocupada. No pude evitar soltar un “Whoaa”.



-Oye, viejo, estas babeando de nuevo.






Y por un segundo, puedo jurar, que la Reina Elsa me miró. Mi corazón daba brincos como un caballo desbocado. Hasta que atravesó el umbral veloz como una flecha y se fue del palacio.






-Se ve preocupada. – comentó Andy al verla pasar a nuestro lado. Nadie la frenaba, por supuesto, pero hasta pude sentir su bello aroma.






-Algo anda mal. ¡Alguien tiene que ir tras ella!






-No exageres, tal vez solo fue a tomar aire.






-No seas tonto, Andy. ¿Qué tal si está en problemas?






-Lo dudo, seguro tuvo otra pelea con su novio.






-¿Novio? –el peso de las palabras me cayó en el pecho.






-¡Claro! ¿Dónde has estado todo este tiempo?






-Trabajando.






-Llevan juntos meses.






-Mhmm, de todas formas alguien tiene que ir a ver cómo está. No veo a ningún novio por aquí.






-Sí, seguro tiene guardias y sirvientes tras ella. No te preocupes. Ahora que ya has visto a tu escurridiza Reina, ¿podemos regresar?






-No. Yo iré tras ella.






-¡¿Estás loco?! – me detuvo al dar dos pasos a las grandes puertas - ¡No irás a ningún lado!






-¿Por qué?






-James, ella es una Reina. Entiéndelo, deja que se vaya, estará bien. Y tú no eres ningún Príncipe de brillante armadura para ir a socorrerla.






-No… Soy James. – me zafé de su agarre y corrí tras de ella. Había un rastro de nieve en el suelo por lo que fue fácil seguirla, pero no alcanzaba. Elsa corría a toda velocidad. La seguí por mucho tiempo.






Ni siquiera lo pensé dos veces, dejé la granja de mi padre atrás para ir a buscarla. Era descabellado, lo sé. ¿Un granjero y una Reina? Imposible. Sin embargo, ella lo valía. Aunque nunca le he hablado, casi siento que nos entendemos. Como una conexión.






La montaña parecía interminable, pero desde mi posición, muy lejos de la cima, a través de las nubes pude ver algo increíble: ¡un castillo hecho de hielo! Elsa debía estar allí, sola. Sin tener con quién contar.


***
Había pasado un día de la partida de Jack, Elsa seguía en su palacio indispuesta a salir. Sin embargo, las ideas parecían escaparse y alejarse de ella. Estaba muy lejos de la solución. Sin contar que su corazón estaba roto, pero por esta vez, sería fuerte, no andaría por los rincones llorando su pérdida. Lo superaría y principalmente rompería su “maldición”.


La joven estaba en la misma posición pensativa desde hacía varias horas. Estaba acalambrada y cansada de pensar ideas que comenzaban a ser absurdas; tampoco esperaba que la solución a sus problemas llegara tocando la puerta.



En ese momento las puertas del palacio en las montañas se abrieron. Elsa, sorprendida, corrió por los pasillos hasta la cima de las escaleras. ¿Quién sería? Acaso… ¿Jack? ¡No! Él dijo que no volvería.



Y no era Jack. Una extraña criatura blanca entró por las puertas.



-¡Hola soy Olaf, y me encantan los abrazos!



-¿¡Qué!? – en principio se asustó. Esa criatura parlante era en verdad un hombre de nieve pero… ¡con vida! Y sobre todo, era idéntico al que solía construir con su hermana de niñas.



-¡Hey, qué tal!



-¡Ew! –chilló Elsa - ¿¿Qué eres??



-Un muñeco de nieve…



- E-eres un muñeco de nieve… ¿Y estas vi-vivo? – Elsa no lo podía creer.



-¡Así es!... Eso creo. – sonrió Olaf.



-¿C-cómo?



-Pues soy producto de tu amor, ¡tú me creaste! ¿Ya no recuerdas?



Sin duda ella no recordaba haber construido a la tierna criatura, pero el asombro y terror desaparecieron de ella. Ya no estaba espeluznada –del todo- por ello. Sino feliz. Había creado algo tan fantástico por sí sola. No era un intruso ni nada, más bien se sentía reconfortante, como un amigo.


-¿Olaf?



-¡Así es!



-¿Qué haces aquí?



-Vine a decir hola. ¡Hola! – Elsa sonrió, apenas un poco.



-¿Y de dónde saliste? – seguía asombrada.



-En verdad, he vivido aquí desde que me creaste hace mucho. Deambulaba por las montañas, incluso una vez he intentado bajar al pueblo pero no había nieve por ningún lado y hacía tanto calor que me derretía. Por eso decidí volver, ¡y te encontré! Espera, todavía no sé tu nombre ¡Espera déjame adivinar! Tu nombre es Sven.



-No, en verdad me llamo Elsa.



-Oh, ese es un nombre lindo también. Es solo que parecía ser que todos aquí se llaman Sven. Cómo sea.



Elsa rio ante el comentario, pero luego entró en pánico.



-¡Espera! ¿Quieres decir que has conocido a Sven? ¿U-un reno?



-¡Sí! También iba con su dueño Sven y su esposa Anna.



No… Ellos estaban tras de mí…


-¡Dónde los viste!



-En las praderas, bajo las montañas. Parecían estar muy dispuestos a subir a la cima. – dijo la inocente criatura sonriente.



-¡Oh, rayos, vienen por mí! – entró en estado de alerta ¿Qué haría ahora?



-¿Huyes de ellos?



-De hecho, sí.



-¿Por qué?



-Necesito tiempo a solas y lejos de mi hermana Anna.



-Oh… eso explica por qué estás aquí solitaria… y triste. - ¿Tan obvio era esto?



-Bueno, eso… Eso es por otra cosa.



-¿Por qué?



-Digamos… digamos que he descubierto que mi corazón está congelado por siempre y que el amor de mi vida se ha ido… Y no volverá. – no pudo evitar entristecerse.



Olaf se quedó callado por un momento, reflexionando, al parecer.



-¿Tu verdadero amor te ha dejado? – increpó del espanto. -¡No lo voy a permitir! Tranquila, Elsa; ¡ya no estarás triste porque te conseguiré otro amor verdadero! -Olaf daba brincos de felicidad.



-No, no tienes que hacerlo. No es-



-Descuida, buscaré por todas partes hasta encontrarlo. Será perfecto y jamás te dejará-



-No, Olaf-



-Tú quédate aquí, ¡no me tardó! – corrió de nuevo y desapareció por dónde llegó, riendo.



Genial, ahora un muñeco de nieve piensa ayudarme con mis problemas amorosos. No debía distraerse, tenía que pensar la solución de su cura. Según había entendido, el Espíritu de la Luna sólo se comunicaba cuando la misma estaba llena. La próxima fecha sería al cabo de una semana aproximadamente. ¿Tendría que esperar hasta entonces para hablar con la Luna? Era posible que ese fuera un modo para pedir que lo revierta. Solo una posibilidad.



Piensa, Elsa. Piensa.







Mientras avanzaba por la densa nieve cumbre arriba, -¿cómo podía haber nieve en primavera? Oh, claro. La Reina de las Nieves. – un pedazo de esta pareció desprenderse y bajar hacia mí a toda velocidad. Cuando llegó a la altura de mis pies, lo que parecía ser una bola de nieve se sacudió y quedó al descubierto un muñeco de nieve.



-Hola, soy Olaf, y me gustan los abrazos.



Creo que mi grito debió haber despertado a los muertos.



En fin, el muñeco de nieve – que terminó siendo amable y hasta encantador – me dijo que estaba buscando a alguien y que yo era perfecto para el trabajo. No entendí ni una sola cosa hasta que me dijo que esa persona era para Elsa. Con su nombre mis sentidos se encendieron y dejé que me guiara hasta el final de la montaña.



El interior del palacio hecho de hielo era indescriptible, ni siquiera sé cómo explicarles. Inmenso, brillante, acogedor, elegante, iluminado, asombroso y congelado es lo único en lo que puedo pensar. Olaf me había dicho que fuese a una habitación en el segundo piso donde la encontraría.

Estaba tan ansioso que por poco resbalo en los escalones de hielo - ¿a quién se le ocurre tener escalones de hielo? Oh, claro –.


Y allí estaba, de espaldas a mí. Llamé su nombre tímidamente. La Reina se giró a verme… Aunque no tuve la visita que esperaba.



Desperté de la oscuridad, tal vez me había dado un golpe en la cabeza. Mis brazos estaban atrapados entre dos bloques de hielo que se desprendían del suelo.



-¿Pero qué ra-?



Había alguien enfrente de mí. Elsa me miraba furiosamente, su mano abierta extendida hacia a mí que parecía brotar chispas.



-¡Elsa! – dije sin aliento – Digo, ¡Mi Reina! Le ruego, no me haga daño-



-¿Quién eres, y qué haces aquí? – rugió. Era la primera vez que oía su voz, y era en verdad divina. Excepto por la parte que me dio miedo.



-Pues… yo… huh. - estaba tan atontado que no sabía qué decir.



-¡¿Has venido a capturarme o algo así?!



-¡QUÉ, NO! Yo solo-




-¡Qué!



Los bloques de hielo se prendían más fuertes a mis brazos.



-¡He venido a ver cómo estaba! – mis palabras la tomaron por sorpresa.



-¿Disculpa?



-La he visto huir del palacio y temí… que tal vez algo malo le pasaba. ¿Está usted bien?



La Reina no respondió por unos instantes, estaba pasmada.



-¿Viniste hasta aquí… para saber cómo estoy? – en su boca, las palabras sonaban un tanto incómodas.



-¿Tan extraño es?



-¡No! – se apresuró en decir. Parecía que toda su furia se había disipado. – Lo siento, no quise decir eso. Es que… no me lo esperaba.



-Lamento haberla molestado de todos modos, su alteza.



-No me has molestado. Lo siento, no sé tu nombre.



-James. Mi nombre es James.



-Encantada, soy-



-Sé quién eres. – sonreí. Ella acomodó su peinado. En todo ese tiempo yo le había sostenido la mirada, y ella trataba de evadirla, hasta que me miró y… Olaf arruinó el momento.



-¡Elsa! ¡Elsa! ¡Encontré a tu nuevo verdadero amor! – entró en la habitación y se giró a verme en mí, bueno, situación - ¡No! Elsa, no congeles a tu nuevo amor. Eso no es educado. – le retó a la Reina.



-¿ESPERA, QUÉ?- dijimos ella y yo a la vez. Elsa continuó.



-Olaf, ya te dije que no quería que lo hicieses. No necesito nada de eso, en verdad estoy bien.



-¿Enserio? – se sorprendió - Oh… me pareció oír distinto.



-Eh… ¿hola? Sigo congelado.



La joven volteó a mí apenada. Se habían olvidado de mí.



-¡Oh! Siento tanto esto. – con su magia, removió por completo los bloques, liberándome. Su ánimo había cambiado al saber que yo no significaba problema alguno.



-Gracias. – dije mientras acomodaba mis viejas ropas.



-¿Quieres que lo regrese de donde lo encontré, Elsa? – preguntó el muñeco, al parecer se refería a mí. No sé por qué no dije nada, quizás quería oír la respuesta de la Reina Si me echaría a patadas o…



-No, deja que se quede.



-¿De veras? – nos sorprendimos. Olaf sonrió, y yo también. La Reina se sonrojó.



-Pues claro… Si James no tiene nada que hacer.



Sacudí mi cabeza, debía estar sonriendo como un idiota, pero no podía borrarla de mí.



-¿James? Qué bueno que no se llama Sven. En fin, los dejaré solos. – Olaf guiñó un ojo y se fue sacudiendo su brazo-ramita.



Elsa y yo nos quedamos petrificados e incómodos por la situación en la que Olaf nos había metido.



La Reina me invitó a sentarme en un banquillo de hielo – ¡sí, en verdad puede hacer eso! – y con curiosidad comenzó a hablar.



-¿Así que James… huh? Cuéntame de dónde eres. – en tan poco tiempo, ella pareció haberse relajado en mi presencia. No parecía una gobernante suprema sino una simple y agradable chica. Aunque ella era más que simple.



-Pues, - comencé, con una sonrisa en los labios – soy de la ciudad agrícola de Arendelle. Mi padre y yo tenemos una vieja granja, que en verdad no produce mucho, pero hacemos lo que podemos.



Ella sonrió, que linda sonrisa.



-¿Tienes hermanos?



-Sí, dos pequeños demonios. Pero mi familia es todo lo que tengo, y mi burro Betty.



A Elsa le pareció divertido, lo que me alegró. Aunque en verdad se llama Betty.



-James, ¿por qué has venido?



-Ya se lo he dicho, para venir a ver cómo estaba.



-No, pero en verdad. Soy una completa extraña para ti, y aun así recorriste kilómetros solo para verme…



-Sería un tonto si no lo hiciera. Me preocupé por usted.



-Eso es muy dulce, ¿sabías?



-No lo había pensado así, pero gracias. – gracias al cielo que su sonrisa seguía plasmada allí -¿Puedo hacerle una pregunta, su majestad?



-Llámame Elsa, sólo Elsa. Y sí.



-Bien, Elsa, ¿qué haces aquí?


-Huh… Bueno, estoy huyendo de casa. – notó mi cara de “es broma verdad” y continuó – ¡Lo sé! Sé que piensas que soy una terrible gobernante por huir tantas veces del Reino-



-No lo pienso. – interrumpí con suavidad.



-De acuerdo, tú no, pero muchos sí. Pero no puedo seguir allí, tengo cosas que resolver por mi cuenta. Y cuanto antes arregle mis problemas, más temprano volveré a casa.



-¿Cuánto tiempo estarás aquí? – atrapada, quise decir. No quería ofenderla.



-Aún no lo sé.



-¿Y qué problemas tiene? Si me permite preguntar.



Mi pregunta debió haber sido muy personal, Elsa me dio la espalda por un momento, se había puesto nerviosa. Intenté disculparme a la brevedad.



-Lo siento, no quise-



-No, está bien… Solo que no estoy segura de decírtelo.



-Entiendo, soy un completo extraño.



Ella asintió lentamente.


-Y… ¿puedo preguntar por su novio o puedo terminar como una paleta helada?



Por suerte mi pregunta le hizo reír. Pheww, salvé la situación.



-No te congelaré, tranquilo. Y él… - suspiró – él ya no está.



-¿Murió? – vociferé sorprendido.



-¡No, no! Él me ha… - supuse cuál sería su respuesta.



-Oh… Lo siento.



-Está bien. Estoy bien, James. – me miró por un largo rato esperando un rato. Entendí su gesto.



-Oh… sí, ya creo que mi trabajo aquí está hecho. Supongo que debería volver. – la timidez se aferró a mí como una pulga a trasero de perro. Tal vez ya había molestado a la Reina demasiado.



-Sí, deberías.



-Sí…



-Te acompaño a la salida.



Ambos caminábamos callados. Yo reprimía las ganas de admirarla, aunque sea de reojo. Sería un poco incómodo para ella. Elsa jugueteaba con sus manos y estrujaba las telas de su vestido color cielo del mediodía.



-Bueno, te agradezco muchísimo tu visita. En verdad necesitaba algo de compañía. Algo más que un… Olaf.



-Sí – compartí su misma cara de extrañeza y con una sonrisa -, no te mentiré; es súper extraño… Como sea, su alteza, ¡digo Elsa! Fue un… fue un placer.



-Lo mismo digo, ten cuidado en el viaje a casa. Y si alguna vez necesitas algo o tu familia, sabes dónde vivo.



Le sonreía en respuesta. Aunque el mero hecho de abandonarla tan pronto me entristecía en el interior.



-Adiós, Elsa.



Comencé a caminar escaleras abajo hasta que la Reina me detuvo.



-Huh, ¿James? Te gustaría… ¿Te gustaría visitarme mañana? Si no tienes trabajo que hacer…



No podía creer lo que mis oídos oían.



-¡Claro! Vendré en cuanto pueda.



-Esperaré con ansias.



-Lo mismo digo.



Lo mismo digo.



Jamás había sonreído tanto en la vida.







Fin del capítulo 28



No se desilucionen que falta mucho por saber! El próximo capítulo hablará de Jack asi que no sufran mis pequeños jelsa-shippers.!

26 comentarios:

  1. Wow lindo personaje ya quisiera ver la historia completa y yo creo que si se puede todo es posible para el ,como sea continua esperare paciente
    ~Saludos =D

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  2. no se yo... me gusta pero y jack???
    pobresito... no me gusta mucho este personaje..., no me quejo de él solo que no me convence, espero que jack luche por elsa si no.... aaaaaaaaah
    me encantaaaaaaaa

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  3. Es linda, pero que pasara con jelsa, me gusta mas jelsa, lo siento pero no me saco de la cabeza que jelsa es mejor, perdon espero que no te moleste. :) besos!!! tu admiradora.

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  4. La.reina elsa es todo un bombón... No hay quien se resista a sí belleza.....

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  5. hola me gusto, pero lo mejor seria que vuelvas a escribir sobre jelsa, estoy del lado de tu admiradora y todas las que quieren que vuelva jelsa perdon si te molesto pero, quiero que lo hagas, por favor JELSA FOREVER!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! =), ;), :).

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  6. No se preocupen chicas a mi no me molesta. Aqui entre nos, soy la que esta mas desesperada por que se reunan Jack y Elsa! Lo mejor será cuando Jack se entere de este tal James... *cara maliciosa*

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  7. hola.... acabo de descubrir que JACK FROST (lindo) es primo de HICCUP lo sabias Britt, por que es ovio que yo no, en fin podrias escribir sobre jesa extraño esos capitulos, los amo por favor escribelos en serio los extrano! te quiero Britt, tu admiradora =)

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    1. Gracias amiga! Si,si vendran pronto. Solo falta terminar de introducir a los personajes (creo que son 4 mas) y ya esta! La acción esta por venir

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  9. ya la tercera es la vencida en las otras las que te porque realmente me equivoqué y muchísimo cosa no escribe lo que yo quiero decir es que no puedes poner un epílogo por qué está mal pasantes libros como para saber que el epílogo va hasta el final de toda la historia no puedes poner un epílogo y continuar con la historia porque eso está mal muchos libros para poner el epílogo tienes que ponerle un fin definitivo ice historia me equivoco tal vez no pero si no me equivoco pues intenta corregirlo porque realmente me sacaste de onda con subir más dije eso no puede ser un epílogo no tiene un final mucho de onda pero cambia eso el título de epílogo vas a continuar es sólo un intento cambiar por favor miénteme no me canso un poco de enfado el saber que te habías equivocado con los ciclos es que amo los libros y Pues nada mas cambiarlo esta mal

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    1. Gracias, me costo un poco entender tu comentario. Entendi mi error, quise decir prologo pero epilogo sonaba una linda palabra ja. Lamento si te ha disgustado, me pone triste en verdad y que te haya molestado mi error. Como veras no soy escritora, tengo muchos errores y trato de corregirlos en cuento puedo. Escribir es una pasion, pero tengo otras cosas que hacer. Siempre le proporciono mi tiempo libre. En fin no soy experta y no tenia conocimiento de ello. Entendí que debía cambiarlo a la milésima vez. Gracias.

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    2. no te preocupes un error lo comete cualquiera me alegra que hayas entendido lo que te quería decir me encanta mucho tu historia sigue con ella tiene mucha imaginación es muy buena eres muy buena mis felicitaciones

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  10. ¡que bien! quiero saber que paso con jack, adoro tu historia, es original

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    1. Muchas gracias querida! Sgnifica mucho para mi, en verdad. Posiblemente mañana publique el próximo capítulo

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  12. Me leí tu fic en una noche y debo decir que tienes mucha imaginación y una gran ortografía. Soy un gran admirador de esta pareja por lo cual he disfrutado mucho de este fic. Sin embargo hay ciertas partes que no me agradaron del todo, pero realmente son mínimas.

    Ahora quisiera darte unos consejos junto a una pequeña crítica constructiva la cual espero no te cause algún disgusto.

    En primera creo que podrías usar otras problemáticas para los protagonistas, ya que presiento que la historia con James será algo parecido a lo vivido con Hans, obviamente exceptuando que Hans quería matarla y apoderarse del reino xD.

    Otra más es el amor/desamor que manejas, dijo Elsa ama a Jack, ¿pero al siguiente día ya está dispuesta a darle una oportunidad a otro? Creo que eso no va muy bien con la historia e insisto, existen infinidad de tramas que pueden introducirse en la historia sin tener que separar y romper el corazón a este par de tortolos.

    Y por último, me gustaría que manejaras a un Jack más decidido ya que él es un personaje hiperactivo el cual nunca se rinde, atrevido en muchos aspectos, impredecible a su manera, lo cual lo hace un personaje difícil de manejar en cualquier historia, sin embargo tú lo has hecho bastante bien, pero como todo, se puede mejorar.

    Creo que eso es todo, espero no te haya molestado de alguna manera, todo esto es meramente mi opinión, y eres libre de ignorarla, después de todo no soy un experto xD. Y sea cual sea el camino de esta historia la seguiré hasta el final.

    Se despide un Jelsa de corazón y gran admirador tuyo y de tu trabajo. Suerte y nos leemos luego.
    P.D borre mi otro comentario por que se envió todo junto xD

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    1. Querido amigo, me ayudó mucho tu comentario, sin duda lo tendré en cuenta, gracias. Si bien lo de Hans fue algo que (lo admito) ha quedado muy de los pelos, pero en verdad solo quería llegar rápidamente a la parte 3. La verdad de las verdades es que no soy escritora, solo escribo. Pero ahora, gracias a comentarios como este, sé que tengo que mejorar para darle a los lectores lo que merecen :) De verdad gracias. Yo soy la que admira a alguien con tanta perspectiva y crítica de calidad. Gracias por leer esta historia, significa el mundo para mí. Besos!

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  14. Que bueno que estés agregando imágenes ala historia le da mucha más vida... Sigue así desde que leí jelsa no de dejo de seguirla está historia es original y única nada que ver con las otras que hay. saludos..tu admirador..

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  15. !!¿COMO ESPERAS QUE NO SUFRA?!! quien es ese tipo, pobre Jack esto es lo peor que le puede pasar que un idiota ademas de extraño se ponga a cortejar a su reina y todo por un estupido y maldito muñeco de nieves. Ha y hablando de esto si este sigue asi y le sigue coqueteando a Elsa ¿porque no mejor Jack Frost empiesa a salir con el hada de los dientes o de amante de ceniiciento o mejor aun de novio de mamá noela?

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  16. Jack y elsa que linda pareja no lo olviden ellos son como romeo y julieta no me digas que alfinal no buelven no lo soportaria. Muere con mucha lentitudntiria que mi corazon

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  17. Perdon lo que seria es si no lo logarn mi corazon morira con mucha lentitud seria muy dolorozo

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