jueves, 9 de abril de 2015

Jelsa, una historia de amor verdadero... Parte 30

Jelsa una historia de amor verdadero.


Capítulo 30. "En el bosque".




Maldición. Jack había volado por horas en círculos. No tenía a donde ir. Su única opción sería regresar con Elsa pero… ella había asumido que no lo necesitaba, ni lo quería. Jack no pudo digerir las palabras, por lo que su mejor idea fue abandonarla para no tener que soportar el dolor de esas palabras.



Qué idiota que fui.



Exacto. Había pasado tanto tiempo que su mente se había enfriado y la ira pasó a ser cobardía. No tenía la suficiente valentía para volver al palacio y decirle que se había equivocado. Pero el orgullo podía más.



Estaba cansado de volar, por lo que decidió deambular por los bosques detrás de las montañas que no habían sido tocados por la blanca nieve.



En eso, mientras congelaba al tacto algunos arbustos al pasar, oyó un ruido de ramas moviéndose. Pudo distinguir una sombra que voló en sus narices como una flecha, solo una borrosa mancha negra.




-¡Hey!



Decidió seguirla, pero la cosa se movía muy rápido. Por fin, cuando se escabulló detrás de un gran matorral, Jack se acercó a este a paso sigiloso. Las ramas sisearon de nuevo y un chico castaño salió de allí. Jack lo apuntó con su bastón con el ceño fruncido, como se le hace a los desconocidos en el bosque.



-¡Oye, whoa, baja eso! – dijo el forastero, hablaba como si tuviese una papa en la boca. Sus ojos verdes estaban asustados. Tenía prendas extrañas, no familiar a esas tierras.



Jack lo hizo. El pequeño joven se veía indefenso.



-Lo siento, te he asustado. Soy Hiccup.



-Jack.



-¿Exactamente qué pensabas hacer con ese bastón? – Hiccup le señaló. Podría no ser una espada filosa, pero no era inofensivo.



-Aún o sabes lo que puedo hacer con él. – canturreó socarrón.



-¿Planeabas atacarme?



-Tal vez. Te ves como una presa fácil.-



O no tanto.



Alguien o algo rugió de tal manera que los huesos de Jack temblaron. Hiccup solo se puso nervioso. Una bestia negra como un lagarto gigante salió de detrás del chico y gruñía, mostrando sus afilados dientes al Guardián. Este se achicharró como una pasa de uva y voló de espaladas hasta quedar sobre una rama de un árbol cercano.



Mientras, el otro joven arrojó sus raras cosas de cuero al suelo y fue a detener a su dragón, interponiéndose en su camino y palmando su extraña cabeza.



-Chimuelo, cálmate. No nos hará daño. Ya cálmate, amigo.



Los gruñidos gradualmente disminuyeron. Con el dragón tranquilo, Hiccup le rascó el duro cuello con una especie de planta. La voraz criatura ahora parecía un perrito echado al suelo y lengua afuera siendo complacido por su dueño. Sus colmillos habían desaparecido.



-¿T-tienes un dragón? – Jack había descendido del árbol sin quitar sus ojos de la criatura y su extraño chico, apuntándoles con manos temblorosas.



Chimuelo dio un último gruñido y se relajó nuevamente.



-Claro. Soy uno de los primeros vikingos que no ha matado uno, de hecho nos hemos hecho amigos. – dijo Hiccup al suspirar con tranquilidad. Jack volvió a descender su instrumento.



-Espera, espera. ¿Qué hace un vikingo en Arendelle? No deberían estar en sus lejanas tierras de… Vikingolandia? – preguntó sorprendido, nunca había visto algo así. Menos que menos un vikingo con un dragón.



-Berk, mi tribu es Berk. Y como verás, estoy de viaje. – este tomó sus cosas que había arrojado al tranquilizar a su mascota y las colocó sobre esta. Eran una especie de montaduras, pero para dragones.



-Bien por ti, Hiccup. – Jack se destinó a continuar su no-rumbo, pero las palabras del otro lo frenaron.



-¿Y tú a dónde vas?



-Ningún lugar en particular – encogió sus hombros - ¿Tú?



-Ningún lugar en particular.



-No creo que vayas a muchas partes con eso… - señaló al dragón que le respondió con su atemorizante “Grrr” – Las personas huirán de ti. Tal vez te persigan con trinches, antorchas y eso.



-¿Dices que me oculte en los bosques? – inquirió él con exagerada incomprensión.



-¿Qué lugar mejor? De todos modos, no es mi problema.



-¿De verdad no tienes a dónde ir?



-Por el momento, no.



-Bien, pues yo tampoco. Quizás podríamos ir a ningún lado en compañía. Sería menos solitario, supongo, y menos raro que hablarle a un dragón.



Este refunfuñó.



-Lo siento, Chimuelo. ¿Y? – se dirgió a Jack - ¿qué dices?



-¿Viajar con un chico vikingo y su mascota-dragón? –dijo enfatizando su pregunta. Se oyó otro gruñido -… A pues claro, ni que tuviese mejor lugar al que ir.



En verdad lo tenía. Pero ya saben, el orgullo ante todo.



Los tres caminaron dirigidos al Norte (¿o era el Este?), sin importarles su destino. En verdad no había adonde ir. Así como las montañas eran un buen lugar para estar solo, los bosques era lugares para perderse, explorar y a veces, también alejarse de algo.



-Ya… ¿No eres un bandido verdad?



-¿Tengo pinta?



-No, pareces más bien un anciano.



-¿Qué? - que indignación – ¡Aún me veo como adolescente!



-Pero tu cabello…



-Tiene estilo. Ya calla.



-No enserio, ¿cuántos años tienes?



-Como 213, ya perdí la cuenta.



Hiccup había quedado paralizado en el lugar con ojos como platos.



-Te dije que te callaras. – sonrió.


-¿Eres un vampiro?


-Ya quisieras. - sólo por que fuese pálido como la nieve no explicaba nada. - Soy un Guardián.


-Oh... ¿Y a quién proteges?


-Larga historia...



Caminaron, caminaron, caminaron, frenaron para comer, caminaron. Pero los chicos no pararon de hablar.



-¿Y por qué Arendelle?



-Supongo que estaba cerca de Berk. ¿Tú por qué?



-Bueno… es una larga historia.



-Tengo tiempo.



-Pues a mí me aburre. Cuéntame tú.



-¿Qué te cuento?



-Vamos – ladeó la cabeza. – no te pienses que me tragué el cuento de un “viaje”. Nadie viaja solo para merodear sin rumbo en la nada. Huyes de algo.



-¿Cómo lo-?



-213... – su sonrisa se ensanchó.



-Claro. - Hiccup suspiró – Pensé en alejarme de mi pueblo por un tiempo, no les gustaba la idea de que tuviera un dragón como amigo. Ya sabes, por todo eso de “¡oh, un dragón! Que le corten la cabeza” o “hay sopa de dragón para cenar”. Mi pueblo no es tan amigable con ellos. Sin embargo ellos lo son con nosotros, pero no les damos la oportunidad.



-Ooh, genial. ¿Y cuándo volverás?



-No lo sé.



-Amigo mío, estamos en las mismas. – rodeó sus hombros con su brazo.



-Ya lo creo.



Fin del capítulo 30



Gracias a todos por sus comentarios! En verdad los leo cada día, me hacen sentir muy feliz e incluso especial! Son geniales, gracias!

7 comentarios:

  1. wow, Britt esta vez me encanta, cada vez mas, no hay palabras para describirlo, besos tu admiradora!

    ResponderBorrar
  2. Hola!!!
    Cada día la historia es más maravillosa! Felicidades!
    Besos :*

    ResponderBorrar
  3. me encanta enserio,siguela,es preciosa!!!<3

    ResponderBorrar
  4. Hola llege tarde (o eso creo yo) Ese orgullo lo conozco muy bien y creo que nunca gana y genial hiccup y jack se conocieron aparte que estan en las mismas , ya quiero leer el capitulo 31 ;3
    ~Saludos ^^

    ResponderBorrar
  5. Uhh está historia ta que arde muy buena por fa britani el próximo capitulo

    ResponderBorrar
  6. Jaja ya en 2016 y todavia hay personas q l leen , l historia q creaste es impresionante , m enamore d ella , ojala leas este mensaje , pls hace otras partes , otras aventuras d jack y elsa
    Arte: Serena Cufre ( buscame en Face)

    ResponderBorrar